jueves, 5 de mayo de 2011

LA PUERTA DE ISHTAR




Los pueblos de Mesopotamia construyeron sus edificios con adobe y ladrillos, pues carecían de piedra a orillas de las cuencas fluviales del Cercano Oriente. Por este motivo con el paso del tiempo casi todas sus manifestaciones artísticas se convirtieron en polvo y han desaparecido. La falta de restos de esta cultura no significa, por tanto, que sus habitantes no alcanzaran el nivel de desarrollo y maestría artística que tuvieron otras civilizaciones, como por ejemplo, la egipcia. De hecho, las sucesivas tribunas que gobernaron esta región llevaron a cabo un importante desarrollo urbanístico. Construyeron ciudades-estado fortificadas, rivales entre sí, cuyos edificios principales –templos y palacios de los reyes-, estuvieron decorados con pinturas y relieves narrativos de hazañas reales, o con tallas monumentales de carácter protector. Del último auge de Babilonia, en el primer milenio a. C., contamos con uno de los hallazgos más originales: los relieves de ladrillo esmaltado (coloreado y vidriado) del la vía Procesional y la Puerta de Ishtar. Este acceso monumental, uno de los ocho que tuvo la muralla de la ciudad, está decorado con filas de seres mitológicos: cientos de leones, toros y dragones.





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